Las carreras ilegales de motores en República Dominicana van creciendo, especialmente en los pueblos donde los jóvenes pasan la mayor parte de su tiempo libre preparando sus motores y organizando competencias.
Al final muchos ganan dinero, méritos y aplausos de sus compañeros, otros ganan la muerte o una lesión de por vida.
En la mayoría de los casos estos jóvenes son menores de edad y de un nivel educativo bajo y hacen estas carreras sin el permiso de sus padres o tutores, las autoridades hacen caso omiso a esta problemática que ha terminado con la vida de muchos.
La Dirección General de Tránsito Terrestre (DIGESET), debe hacer patrullajes en las vías comúnmente usadas para este tipo de práctica y posteriormente apresar los responsables de causar estos disturbios en las vías públicas.
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